Ya sabemos que en muchas de las tiendas afectadas por el terremoto no han llegado los últimos números de las revistas manga, como por ejemplo la Shonen Jump.
Pues bien, esto ha provocado una de esas cosas que te provocan una sonrisa en la cara. Ha ocurrido en Sendai, en una pequeña librería que, pese a haber abierto, no recibía aún material nuevo. “¿Ha llegado ya alguna revista?”, le preguntaban a Shiokawa, el dueño. “No, lo siento, y no sé cuando me llegarán”. Los niños estaban desolados al oír que revistas como la CoroCoro o la archiconocida Shonen Jump no iban a llegar esa semana.
Ha sido entonces cuando un entusiasta lector fue hasta la prefectura vecina, Yamagata, a comprar un número. Después de leerla, el día 22, se la entregó a Shiokawa. El dueño de la tienda no dudó en poner un cartel para avisar a sus jóvenes clientes:
Podéis leer aquí el número 16 de la Weekly Shonen Jump. Solo tenemos una copia.
La voz se corrió rápidamente por el pueblo. Los clientes hacían cola, esperando a que llegara su turno de lectura. Un niño incluso hizo un trayecto de 10 kilómetros desde su casa en bicicleta.
El joven Koki Sawada, de 13 años, respiraba aliviado al coger la ya gastada revista. “He ido a muchas librerías, pero no la podía encontrar en ningún sitio” decía ya aliviado. Su amigo Ryo Hasegawa, que se leyó dos veces el capítulo de One Piece, dijo: “Que alivio. Me alegro de haber podido leer el último capítulo“.“Muchos padres quieren comprarles a sus hijos libros y cómics, y dicen que no quieren que vean la televisión para ver notícias del terremoto,” dijo. “Además de cosas básicas como comida, bebida y ropa, creo que los libros también son importantes para los niños.”
Fuente: Asahi